Las nalgas juegan un importante papel estético en nuestro físico, y, en muchas ocasiones, cuando no estamos conformes con la forma que proyectan, podemos sentir la necesidad de mejorar su forma o volumen para lograr un físico acorde con nuestros deseos.
El aumento de glúteos o gluteoplastia es un procedimiento quirúrgico mediante el que se implantan prótesis de gel de silicona con el fin de realzar y aumentar el volumen de las nalgas.
El implante utilizado es de gel de silicona cohesivo, y la prótesis resultante es más plana y tiene más resistencia que la que se utiliza en el aumento de mamas. Esto permite que la zona soporte sin problemas las fuerzas que provienen del uso del músculo del glúteo mayor (andar, correr, saltar).
Se pueden escoger diferentes tipos de implantes. Existen prótesis redondas y ovaladas, de alto o bajo perfil y cada una de estas prótesis tienen su indicación. Dada su apariencia natural, son normalmente muy difíciles de detectar tras una intervención.
Para lograr el mejor resultado, será ideal tener en cuenta la elasticidad de la piel del paciente. Esta condición, en conjunción con la elección adecuada del tamaño de la prótesis, será determinante para que la simetría y apariencia de la zona glútea sea naturalmente estética.
El aumento de glúteos se suele realizar tanto en hombres como en mujeres. Aunque la técnica es la misma, los resultados estéticos buscados difieren según el sexo. En el hombre se trata de potenciar la silueta del músculo glúteo mayor, de forma que la nalga parezca más musculada. Mientras que en la mujer, se busca dar a la nalga la forma más redondeada posible, por lo que la liposucción y el “lipofilling” se asocian casi siempre a la colocación del implante.
